La última ciudad (Relato de ficción) Capitulo 2.

«Señor Hill, Señor Hill– Henry!!! me escucha?? sabe donde se encuentra??»

Escuchaba una voz decir mi nombre pero esa voz iba y venia, y me tomó lo que siento fue una eternidad poder organizar mi cabeza para lograr responder a sus preguntas, «Si!! puedo escucharte. Espero estar en el hospital. Donde esta mi equipo? que pasó?»

Todo el mundo está bien, Bird. Zero esta 10-6 (Muerto), y el equipo está todo aquí. Vas a estar bien. Esta voz era diferente pero muy familiar, me costo un poco pero logré reconocerla, era el Sargento Zeram, y de repente todo en mi cambio, comencé a tener miedo, no estoy seguro de porqué, quizás porque al saber que todos estaban bien tan solo quedaba alguien por quien preocuparme y ese era yo mismo. O tal vez porque en muchas ocasiones fui yo quien tuve que decirle a mas de un amigo o compañero herido que estaría bien, a sabiendas que difícilmente así lo seria.

«¿porque no puedo ver?»

«Sus ojos están gravemente heridos, voy por el doctor para que le explique todo» ahí estaba de nuevo esa voz que escuche al despertar, era una voz femenina, supuse que era la enfermera por su referencia al doctor. Sentí que alguien tomo mi mano derecha, ahí estaba ella de nuevo, «mi primo también es policía, yo misma me aseguraré de que todo el mundo cuide muy bien de usted, ¿de acuerdo?»

«Está bien, gracias«, oí un crujir, sonaba como si alguien saliera de la habitación pero era difícil de decir sin una representación visual de lo que escuchas, «tengo mucho miedo«.

Mi respiración comenzó a acelerarse, nunca en mi vida había estado tan asustado como ahora, «ella se fue sargento?«.

«Si, Bird. solo estamos tu y yo«.

«Zero esta muerto?»

«Si»

«Bueno»

«Aja. Y el otro tipo, Dubard, lo trajeron a la vez con usted pero murió al llegar«.

Estaba luchando contra el pánico, tratando de concentrarme en algo que no fuera el hecho de poder quedarme ciego, lisiado, sin trabajo, con cicatrices y deformaciones. Me sudaban las palmas de las manos y el dolor en mi cabeza estaba empezando a superar el dolor en mi espalda. Podía sentir las vendas alrededor de mi cabeza. Y empecé a preguntarme si aun tendría mis orejas o también se habrían quemado.

«Quien le disparo a Zero?»

El sargento Zeram empezó a reír. «Nadie, no me vas a creer esto, un guardián entró atravesando la pared, y aplastó a Zero como si fuera una piña.»

«Un guardián?»

«Es en serio!!! creo que fue un Titán. Dijo que su nombre era Balan, desearía que hubieras podido verlo hombre«. El sargento hizo un sonido extraño como atorándose, dándose cuenta de lo que había dicho. «En fin, el medico ya viene, estará contigo en un momento y también viene Kara, avisaré a los muchachos que ya despertaste, ¿esta bien si te dejo solo un minuto?».

Le dije al sargento que estaba bien, aunque sabía que no era así. Mi mente daba vueltas de nuevo. Pasarían varios días antes de empezar a preguntarme porque un Titán habría llegado atravesando esa pared justo en ese momento. Me preguntaba como habría hecho Kara para escaparse de su trabajo como profesora de primaria para venir a verme al hospital. Se que suena estúpido; yo era su esposo y estaba en el hospital, herido. Por supuesto que iba a venir. Pero mi mente no estaba bien, la lógica, la imaginación y el pánico iban y venían uno tras otro de una manera extraña.

Un medico vino a hablar conmigo acerca de mis ojos. Kara hizo todo lo posible para aparentar que todo estaba bien, pero podía decir sin verla que había estado llorando antes de llegar al hospital. El doctor fue claro conmigo, mis ojos estaban para cualquier propósito inservibles, ademas me quedarían grandes cicatrices faciales, me esperaban aun varias cirugías por delante y una larga fisioterapia. La buena noticia era que los implantes cibernéticos ya estaban disponibles. Podría volver a ver.

En su momento sonaba como una buena noticia, y pues digamos que así lo fue. Habiendo pasado ya tres años de ello debo decir que jamas volví a ver. No realmente. Imagínense viendo siempre a través de una pantalla de televisión. Siempre. Hay que ser claros, esto es mejor que la ceguera, pero los implantes me hacen sentir desconectado del mundo de una manera que no puedo describir. No es problema de fraps o pixeles, no me refiero a eso, pero cuando veo mi mano, no estoy mirando a mi mano, estoy viendo una grabación de mi mano, ¿puedes entenderme?.

Estuve ciego durante seis semanas, antes de colocarme los implantes, entonces sé lo que se siente, y soy honesto, prefiero ver, así sea a través de un vídeo. Lo que trato de explicar es lo que paso después de los implantes. Es normal que esperes que esté agradecido por tener la oportunidad de ver la cara de mi hijo una vez mas, cuando fácilmente pude haber muerto o que los nervios de mis ojos hubieran quedado tan lastimados que incluso los implantes no hubieran sido una posibilidad.

Unos días después Balan vino a verme. Le agradecí por habernos salvado la vida a mi y a mi equipo, fue extraño tener a un súper humano guerrero del espacio en mi habitación, estoy seguro que el también se sentía incomodo y fuera de lugar. Lo hice sentir aún más incómodo diciéndole que habría deseado que la vanguardia hubiera sido mas rápida en su trabajo de inteligencia esa mañana. Cuando nuestros radios empezaron sonar (momento en el que Gregor rompía las bisagras de la puerta), era nuestro hombre afuera tratando de advertirnos que la torre había llamado con información de armas de alto poder en el apartamento, que debíamos abortar y dejar a los guardianes hacer la entrada.

Otra cosa que me hacia enojar era saber que estaba perdiendo mi trabajo. Si bien los implantes me permitían tener visión, era demasiado complicado imaginarme persiguiendo delincuentes y sospechosos alrededor de la ciudad, arriesgandome a ser golpeado en la cabeza por el codo de algún borracho. Los implantes son de metal y silicio «fibra de carbono»,de llegar a romperse quedarían dando vueltas en mi cabeza y podrían llegar a causarme cualquier tipo de daño, pudiendo en el peor de los casos llegar a dejarme completamente ciego.

Eventualmente mi licencia por enfermedad terminó y yo no estaba siquiera mínimamente cerca a una antigüedad laboral que me pudiera impulsar a un trabajo de escritorio, o una posición de detective. Siempre me consideré un policía nato, un golpeador duro y me sentía orgulloso de eso, «quizás demasiado orgulloso«.

Como era de esperar empecé a pasar mucho tiempo metido en el bar, me las arreglé para pasar un tiempo sin depender de pastillas para el dolor, primero la cerveza y luego el licor se encargaron de tenerme alejado de todo. Imagino que empiezas a hacerte una idea de lo que fue mi vida durante ese tiempo. Kara se mantuvo siempre a mi lado durante un año después de mi accidente, pero finalmente aceptó lo que supo durante meses hasta este punto y finalmente se divorció de mi. El abogado incluso llego a reírse en mi cara cuando le conté que quería mantener la custodia de mi hijo.

Ya era otra vez invierno cuando salí de la corte después de la audiencia final del divorcio. Pesaba casi doce kilos mas que el año anterior (y ninguno de esos kilos era de masa muscular). Sentía latidos en mi cabeza y mis manos me sudaban todo el tiempo, eran síntomas de mi proceso desintoxicación. Estaba en bancarrota, no tenia hogar, ni siquiera una expectativa de empleo. Había asistido a la corte con mi padre quien me daba apoyo moral, me invitó a cenar en casa junto a mamá, y terminé quedandome allí durante tres meses.

En casa de mis padres vivía en el sótano, en una cama individual a aproximadamente metro y medio de la lavadora, pero ya era hora de dejar de sentir lástima por mi, era hora de empezar a pensar que diablos iba a hacer ahora con mi vida. Estaba acostado viendo las vigas de la casa cuando un ruido seco de la puerta de la parte superior de las escaleras del sótano me asustó, pregunte quien era y me senté en la cama.

Dos pares de piernas bajaban por las escaleras, eran mi padre y un sujeto que nunca antes había visto en mi vida, a quien mi padre me presento como Sthepen Malhotra. El señor Malhotra era un tipo de piel oscura que tenia la misma edad de mi padre, es decir mas de noventa años. La vida humana tuvo cambios drásticos desde la era post-Viajero. Es curioso como los padres de las personas tienen a sus hijos a diferentes edades, mis padres esperaron hasta tener 70 años para tenerme, mientras Kara y yo no esperamos tanto tiempo, tuvimos a nuestro hijo David cuando ambos teníamos 28 años.

«El señor Malhotra es un agente de finanzas, Henry«, estoy haciéndole unas reparaciones a su oficina y me comentó que necesitaba un poco de ayuda. Le comenté que necesitabas trabajo y le hablé un poco de ti, dijo que le encantaría conocerte.

Me puse de pie y estreche la mano del señor Malhotra, ¿que necesita que haga?.

Necesito a alguien que conozco las rutas de la ciudad, y sea capaz de rastrear personas. No necesito un soldado o un rompe cráneos, solo necesito a alguien que pueda pensar y hablar, necesito alguien que sepa hacer presentaciones, lidiar con el papeleo, que mantenga los botes de basura vacíos, haga el café, y ayude en varias cosas a mis empleados. Tal vez puedas obtener tu licencia de trabajo y vemos como te va en eso. ¿Que clase de policía eras? ¿eras de los que disfrutan golpeando la gente, o como te describes?.

Me estaba poniendo a prueba, quería ver si podía cabrearme. Pero yo aun tenía suficiente sentido común, y no había estado bebiendo. «No señor, yo solo hacia mi trabajo, el hecho de que alguien terminara con las manos esposadas, no significa que sea una mala persona». Solo significa que es una persona que cometió un error. En cuanto a la ciudad, la conozco como la palma de mi mano. En mi trabajo tuvimos que aprender a llegar a donde nos necesitaban lo mas rápido posible. Conozco los territorios cercanos y hablo tres idiomas lo suficientemente bien para poder sostener con cualquiera una conversación. Tengo algunos conocidos en la Secta Guerra Futura, la Nueva Monarquia y la Orbita Muerta que puedo llamar si necesito obtener alguna información.

Hablamos un poco mas hasta que el señor Malhotra finalmente me pidió que pasara a su oficina al día siguiente. Le di las gracias y así lo hice. He trabajo durante seis meses para él aprendiendo el negocio de las finanzas. Honestamente muchos en este negocio son una basura. Realizan operaciones únicamente pensando en el dinero y olvidando por completo su compromiso con la justicia, o su compromiso con sus clientes. El señor Malhotra no era así en absoluto, tenia un negocio limpio y de acuerdo con la ley. Tanto sus clientes, como la policía y los abogados lo respetaban por su trabajo competente y honorable. Yo lo respetaba también, y le estaré siempre agradecido por darme ese apoyo cuando necesitaba re ordenar mi vida.

Mis padres tenían en casa una bicicleta estática que decidí empezar a usar, dejé de beber por completo y perdí bastante peso en el trayecto. Duermo bien y siempre tengo a mano un medicamento que me ayuda a controlar la ansiedad. Seis semanas después decidí pesarme y me alegré al ver que había perdido casi todo el peso que había ganado desde el día en que quedé ciego. Cuando me miré en el espejo empecé a ver a ese yo que conocía y del que tan orgulloso me sentí. Miré las cicatrices alrededor de mis ojos, era físicamente diferente, y es que yo había cambiado mucho, era diferente, pero ya era yo mismo otra vez, si eso tiene algún sentido.

Estaba hablando una noche con mis padres durante la cena, contándoles acerca de mi día en el trabajo y lo que hacia, cuando mi padre me preguntó si esto era lo que quería hacer el resto de mi vida. «No» le dije sin pensarlo dos veces. Nunca lo había pensado ciertamente pero sabía que no era el trabajo de mi sueños. El señor Malhotra tiene un buen negocio, hizo una buena vida y lo respetaba. Pero sabia que no eran las finanzas donde quería que se gastara mi vida. Necesitaba algo mas. El ser un policía me hizo sentir tan bien. Si me tocara responder, diría que realmente no sabría que hacer con mi vida.

Una brillante idea le vino a mi madre, » Se tu propio jefe, Henry, tienes todo ese entrenamiento. Eres bueno en la búsqueda de personas, ¿porque no pones esa habilidades a trabajar para ti?. A veces las personas tienen problemas para los cuales un policía es bueno, pero a veces son cosas que un policía no puede hacer. Se un investigador privado. Nosotros te ayudaremos con el dinero para que montes tu oficina y puedas empezar a trabajar«.

Papá y yo empezamos a discutir al mismo tiempo, y mamá golpeo su cuchara contra su plato, ambos quedamos en silencio. «Es un préstamo, el puede devolver el dinero, ahora escucha, tu conoces la historia de tu segundo nombre, pero te la voy a contar de nuevo porque creo que necesitas escucharla«.

«Tu padre y yo estábamos tratando de llegar a la ciudad, solo éramos nosotros dos, cosas horribles habían ocurrido, y que jamas olvidaré«.

Nos habíamos separado de nuestro grupo, y habían empezado las contracciones del parto acostada en un pastizal a la orilla de la carretera. No te lo lograrás imaginar. Tu naciste allí, y tu padre y yo estábamos agotados, y no prestamos atención como lo debimos haber hecho. Cuando una bandada de Starlings (Aves) salió volando huyendo de algo, alejándose del peligro, sabíamos que algo estaba cerca y huimos. Esos Starlings nos protegieron esa vez. Eso fue un regalo del universo, y cosas como esas no se ven todos los días. Incluso tu recibiste un segundo milagro cuando no moriste ese día en aquel apartamento. Ya has tenido suficientes regalos del universo. Es hora que hagas uso de lo que sabes, de lo que puedes hacer, y te hagas una vida para ti.

Y así fue como pase de ser un borracho idiota que sentía lastima por si mismo, que había perdido su trabajo y terminado su matrimonio, a ser Henry Starling Hill, Investigador privado en la última ciudad de la tierra, pero puedes llamarme Bird.

Continuara….

Que les parece hasta ahora la historia guardianes?, y ni les cuanto lo buena que se pondrá la historia, me encantaría leer sus comentarios, y saber sus opiniones.

Como siempre un placer traerles cosas nuevas, un saludo guardianes y hasta la próxima.