La Historia de Destiny 2 (Vol. 1): El Imperio de Calus y el ascenso de Ghaul

Hola guardianes, soy Gia y a partir de hoy reanudaremos la sección de artículos sobre el lore (los cuales podéis encontrar en el siguiente enlace, cuya lectura recomiendo, al menos el artículo referente a la raza cabal, antes de continuar leyendo esto). Esta vez nos enfocaremos en Destiny 2, y para comenzar nos dedicaremos a la historia completa de los cabal, la cual podemos obtener a partir de las armas de la raid, de los sets de armaduras de cada clase en la raid normal y en la raid prestigio, de información adicional como el libro de la edición especial del juego, y otras fuentes dentro del juego como escaneables o misiones. He recopilado todo para narrarlo, además de darle un orden cronológico. Hechos que necesitamos conocer para entender a fondo la trama de Destiny 2, tanto en su campaña como en su raid específicamente.

Para comenzar podríamos remontarnos al Mito de Acrius, el cual habla sobre el supuesto primer Emperador cabal que existió. Este relata como Acrius logró poseer el sol y así convertirse en el líder y Emperador de su raza. La historia de Acrius es importante pues Ghaul tenía un interés personal en su leyenda, quizás inspirado en sus actos de grandeza antes de convertirse en el líder actual de los cabal, así como quizás también sirvió de inspiración para el Todopoderoso, nave insignia de Ghaul capaz de acabar con las estrellas.

Lo primero que sabemos acerca de la historia cabal fuera de este mito es que antiguamente el Emperador solía gobernar junto al Pretorio, la aristocracia militar. Con el tiempo se originó una gran desigualdad en el pueblo, la aristocracia había construido un gran muro de hierro a su alrededor, separándose del resto y dejando al pueblo sufrir fuera mientras ellos se preocupaban sólo de sí mismos.

En cierto momento de la historia, Calus acabó con el Pretorio y recobró al ejército cabal de la aristocracia, autoproclamándose así como el nuevo Emperador. Calus dirigió su guardia imperial al Senado con la intención de tomar el Imperio completamente en sus propias manos. Él no quería que burócratas se interpusieran entre él y su pueblo, a quienes Calus consideraba como sus hijos. Él se autodenominaba un dios del amor perfecto, y su relación con el pueblo sería directa.

Calus ordenó a sus hombres remover todas las piedras y plantas de un gran páramo hasta que quedase nada más que un desierto de arena blanca. Tardaron tres días en completar esa tarea, y entonces Calus expulsó al Cónsul de su reino, figura del Pretorio, al cual le había arrebatado todo el poder que tenía antes, desponjándolo de su título, rango y vestimentas. El Cónsul fue condenado a vagar bajo el fuerte sol del páramo; esto para Calus simbolizaba la revolución que pretendía que fuese su nuevo reinado.

Mi primera medida como emperador fue enviar al Cónsul al páramo, donde el sol dorado quemaría su forma corrupta

Calus movió la capital de su Imperio a Torobatl, cerca de su gente. Allí en su palacio poseía un trono con vista a su pueblo y a la plaza pública, Calus veía ese lugar como un sitio en que no existían barreras con sus hijos. Dicho trono a veces también era utilizado como una corte donde Calus traía allí a los corruptos de la nobleza para ser juzgados por el pueblo, lanzaba las riquezas de estos a su gente y se divertía viendo lo asustados que estaban. Luego los acababa arrojando a las masas, quienes se encargaban de despojarlos de las riquezas que les quedaban. Para Calus, el humillar a la aristocracia frente a la gente era uno de los placeres más grandes.

Fue así como con el avanzar de los años, Calus basó su reinado en fiestas y placeres, disfrutando del buen vino, de festivales y de sus riquezas. Considerándose a sí mismo como un dios-emperador misericordioso que amaba a su pueblo. Calus consideraba que ante todo el Emperador debía estar feliz, de lo contrario nada en su Imperio estaría bien, por lo que aseguraba disfrutar la vida antes que cualquier otra cosa. Y justamente este sería el hecho que ocasionaría que algunos cabal se levantasen en su contra en un futuro.

Calus estaba abierto a las demás razas en el sentido de incorporarlas a sus filas para fortalecerse con sus tecnologías y talentos. De esta forma fue como los psiónicos acabaron uniéndose al ejército cabal. En un comienzo éstos estaban en guerra con los cabal, utilizando un arma conocida como la Máquina OXA, la cual acabó destruida. Siglos después los psiónicos la reconstruyeron en la luna de Brand, los cabal iban a bombardearla, pero Calus lo evitó pensando que en vez de atacarles, debían utilizar la mente del genio que la reconstruyó para su Imperio. Fue así como llegó a un trato de beneficio mutuo con el líder de los psiónicos, Otzot, acuerdo que permitiría a estos lograr mayores conocimientos y desarrollo junto a los cabal.

Ghaul fue un regalo inesperado para mi coliseo. Un albino deforme de las afueras, que derrotó a oponentes tres veces más grandes. ¿Cómo podía resistirme a una criatura tan especial?

El Emperador y su pueblo también solían disfrutar de un gran Coliseo, muy al estilo romano, en el que se llevaban a cabo combates para la diversión de los espectadores. Cierto día, un cabal albino llegó al Coliseo y ganó una gran fama derrotando a muchos oponentes. Calus se interesó mucho en él porque mientras que los demás sólo luchaban hasta que uno caía, este cabal luchaba también utilizando el cerebro. Derrotaba incluso a oponentes más grandes y fuertes que él aprovechándose de sus errores, luchando con gran disciplina y paciencia en los combates. Su nombre era Ghaul.

Cuando Calus se hubo divertido lo suficiente, decidió usar su talento para un mejor provecho en vez de arriesgarlo en la arena. Fue así como Calus brindó a Ghaul el título de Primus de la Legión Roja, enviándolo a luchar contra sus enemigos. Calus estaba muy orgulloso de su hombre, con el cual consideraba que compartía un sueño, el de un mundo nuevo y perfecto.

Sin embargo y con el paso del tiempo, Calus notó como Ghaul pasaba tiempo con quienes odiaban al Emperador. Temiendo que sus enemigos influyeran en su mente y lo alejaran de él, Calus entonces envió un espía, confirmando sus miedos y dándose cuenta de que Ghaul soñaba con una República y no con un Imperio. Para Calus, Ghaul había traicionado su amor, el amor de un dios protector.

¿Ghaul siempre soñó con tener una República? ¿Qué terrible gusano carcomía su corazón para hacerle traicionar mi amor y conspirar contra mí?

El tiempo pasó y finalmente llegó el día, mientras Calus estaba de fiesta junto a sus cabal, la Legión Roja irrumpió en el salón, desatándose un combate entre los soldados del Imperio y aquellos. Ghaul había estado conspirando junto al Cónsul y muchos otros cómplices para derrocar a Calus. El Pretorio utilizaba a Ghaul para acabar con el Emperador, pero Ghaul también estaba en contra de su ideología de placer y disfrute, que consideraban dirigir a su pueblo a la debilidad. Ghaul pensaba que Calus nació en el lujo y la corrupción, mientras él que nació en la pobreza y humildad, veía las cosas distintas, y llevaría al pueblo cabal a lo más alto de su existencia.

Los conspiradores tenían demasiado miedo de matarme. Y hacían bien. Soy el amado padre del pueblo y la gloriosa multitud no soportaría mi muerte. Mi sentencia fue el exilio.

El Emperador y sus soldados fueron arrestados, y posteriormente sentenciados al exilio. Pero Calus no sólo lamentaba la traición a su persona por su gente más cercana, también se sentía mal porque consideraba que afectaban brutalmente a su pueblo, sometiéndolos a una regla brutal de feroz combate en continua conquista. Fue así como Calus y sus hombres acabaron encerrados en el Leviatán, una gigantesca nave, la cual cual fue propulsada mediante un sistema de navegación predeterminado hacia los confines del espacio. Abandonados a su suerte, el mismo destino que Calus decidió para el Cónsul hace mucho tiempo atrás.

Y este es sólo el comienzo, no te pierdas los próximos artículos en que continuaremos con la historia de los cabal, veremos qué encontró Calus en los límites del universo y la venganza que llevó a cabo. Y por supuesto guardian, que la Luz te acompañe.